Caderno do Camiño 11/01/2010

Pues al final no era una capilla, un señor vestido de peregrino nos dijo que era la Catedral de Santiago y que es mundialmente conocida. La verdad es que se lo merece. Lo tiene todo: es grande, bonita y a demás está en el centro de la ciudad. Estos santiagueses sí que sabían cuáles son los solares buenos para construir, en el centro y al lado de la zona de vinos.
Por la mañana salimos caminando de Arzúa dirección Santiago, bien temprano para aprovechar todas las horas de luz. El camino se hizo fácil aunque algo falto de lugares interesantes, eso sí, hórreos había en todos los pueblos.
Dicen que esta etapa se hace dura, pero que el final lo compensa todo, y parece que es verdad. La plaza del Obradoiro recompensa debidamente al peregrino.
Nos encontramos con algún animalillo un tanto celoso de sus propiedades, más concretamente un chucho pequeño y con muy mala leche. Si pasas de largo no hay problema, pero en el momento me disponía a sacarle una foto al hórreo ubicado en su finca.. traca, mordisco en el tobillo. Suerte que llevaba botas, unas zapatillas hubiesen implicado cierto dolor. Después el muy valiente ladraba, pero desde lejos. ¡Cuidado con los perros, peregrinos del mundo!
A medida que avanza el camino nos vamos llevando alguna sorpresa, algunas como la del perro mordedor y otras más agradables, como esta curiosa estampa de unas setas que pese a la nieve se resisten a desaparecer.
Mañana toca un poco de oficina. No es un trabajo tan gratificante, pero estar a más de cero grados se va a agradecer.