martes, 2 de febrero de 2010

Caderno do Camiño 01/02/2010

Y por fín el sol ha hecho acto de presencia. Nos gustaría que por lo menos durase una semanita, pero me da el cuerpo que en Galicia, y en invierno, más de tres días seguidos sin lluvia va a ser mucho.
Nuestras narices también dan fe de que el sol nos ha acogido esta mañana con todo su esplendor. Los prados volvían a coger ese verde intenso que presenta todos los inviernos cuando el señor Lorenzo azota. De todas formas, y para despedirnos de Castilla como se merece, comenzamos la andaina con un gélido fresco que nos obligaba a ponernos capas como si de cebollas nos disfrazásemos (-4 ºC). Villafranca fue el comienzo de la etapa. O Cebreiro el desenlace. En medio una serie de pueblos cada cual más bonito. La salida de la etapa quizá no fue la mejor, ya que la N-VI nos acompañó durante varios quilómetros.
Aunque la cosa fue cogiendo matices muy distintos cuando nos sumergimos por los valles bañados por infinidad de ríos y regatos.
El ascenso al Cebreiro fue potente. Empezaban a sobrar capas. En la primera mitad del ascenso te acompaña un bosque espectacular de castaños, robles, abedules acebos,etc... luego se empiezan a divisar una cantidad infinita de picos donde nuestras cámaras no daban a basto.

Llegamos a Cebreiro.

No era para tanto el ascenso. O eso, o es que realmente nos hemos puesto en forma. De hecho, despues de avituallarnos, seguimos hasta otro pequeño alto desde donde se divisisa la parte oriental del Caurel, por una vertiente, y por la otra el valle que nos llevará hasta Sarria.


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